Pochettino había avisado que este Real Madrid era un equipo anárquico en ataque pero que pegaba zarpazos. Ayer se pudo comprobar la certeza de lo dicho por el técnico blanquiazul. El Espanyol no aprovechó las pocas ocasiones que tuvo y eso le costó el partido. Queda mucho trabajo por hacer. El sábado, contra el Depor, empieza la liga del Espanyol, con dos jornadas de retraso.
La plantilla blanquiazul tendrá una semana para trabajar toda junta y poder preparar el choque de Riazor. El equipo necesita recuperar la intensidad y los automatismos de la pasada temporada. Durante muchos minutos de la primera mitad, los pericos han sabido como controlar a los blancos, pero cuando tienes tanta calidad delante has de matar al riva a la menor oportunidad y eso no lo han hecho los catalanes.
Los madridistas carecen, todavía, de un juego fluido y asfixiante para el rival pero tienen un pegada descomunal en el área rival. El 0-3 se me antoja excesivo para el juego de los blancos pero cuando tienes jugadores de un nivel extraordinario, por ejemplo Kaká, pasa lo que pasa.
“El resultado desmerece la labor y el esfuerzo del equipo. La primera parte ha sido buena y nos hemos ido perdiendo al descanso inmerecidamente. Hicimos méritos por ocasiones para irnos al intermedio con otra situación, pero hemos dejado pasar nuestras oportunidades”, comentaba Pochettino al final del choque.
En el apartado positivo hay que destacar la labor de la defensa, a pesar de los tres goles. La línea de retaguardia aun carece de los automatismos necesarios pero apunta síntomas de solidez. En ataque, Verdú sigue siendo el más entonado. El catalán ve con claridad el fútbol y siempre está cerca del compañero que necesita un apoyo, sólo le falta terminar de conocer los movimientos de algunos compañeros para buscar sociedades en ataque. También resulta destacable la labor de Iván Alonso, un jugador trabajador en defensa y que en ataque te lucha todos los balones y retiene el balón esperando la llegada de la segunda línea. En la segunda mitad se notó la ausencia del uruguayo, quien había estado casi toda la semana sin entrenar por culpa de un golpe en la rodilla.
En el lado negativo, Nakamura sigue sin aparecer. El talento del japonés sólo aparece en alguna acción a balón parado. Ayer no se fue en ningún momento de su para en el uno contra uno y no encontró a ningún compañero a la hora de suministrar balones a la delantera. Tamudo tampoco está fino. Al de Santa Coloma se le ve mejor físicamente pero no encuentra los espacios para crearse las ocasiones de gol. Y De la Peña no estuvo muy afortunado en su debut, salvo un par de acciones. Al cántabro se le notó la inactividad.
Afortunadamente, esto acaba de empezar y el equipo tiene mucho margen de mejora. Con toda una semana por delante, es de suponer que Pochettino podrá trabajar el sistema para dar un paso adelante en la evolución de esta plantilla. Mimbres parece que hay, ahora sólo falta hacer un buen cesto.
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