"Quiero que Jarque se sienta orgulloso de mí"

La desgarradora tarde del 8 de agosto le dejó el alma rota. Ferran Corominas, compañero de habitación de Dani Jarque, ya se atreve a expresar en público sus sensaciones, a abrir su corazón ante una realidad tan cruda como inesperada. El encuentro con AS se produjo ayer en la Ciudad Deportiva de Sant Adrià, allí donde estos dos amigos habían vivido tantas cosas juntos.

¿Cómo estás? "Mejor". Coro mira de frente y suspira. "Fue un golpe muy fuerte que he notado mucho. Es que lo hacía todo con él". No hace falta ni hablar sobre los detalles de aquel sábado en Coverciano. Porque nada importa más que el recuerdo que dejó Jarque en Coro. "Lo apreciaba mucho". Por eso lloró tanto y todavía tiembla cuando recupera en su memoria los primeros momentos. "Ha pasado poco tiempo. Es difícil hablarlo. No me sentía con fuerzas pero ahora sí. Necesitaba espacio para poder tirar adelante en el día a día aunque resulte complicado". Se lo dimos. "El 8 de agosto no podré borrarlo nunca de mi vida. Sé que tengo que llevarlo conmigo y aceptar que pasó, que la vida se llevó a Jarque y que mi misión, y la de todos, es que se sienta orgulloso de todos nosotros".

No hay ni morbo ni ganas de hurgar en la herida. Son simples vivencias. Innumerables. "Con nadie compartí más cosas que con él, tanto dentro del vestuario como fuera". Eran amigos íntimos, pericos de toda la vida. "Claro, pericos para siempre". "Él era una persona importante en mi vida". Coro le daba pues un puesto destacado en su día a día. Las horas de teléfono, de ordenador, las partidas en la PSP, los vuelos de regreso tras un triunfo (o una derrota), las siestas en la habitación, las películas en el DVD. Coro y Jarque, todo uno: "Me quedo con su personalidad. Era súper buen tío, que disfrutaba de todo y te hacía sentir cómodo a su lado. Siempre estábamos compitiendo, por cualquier cosa. Cómo le gustaba". ¿Y quién ganaba? "En el fondo no importaba".

La vida sigue aunque a veces cueste. Lo que podría ser considerado como un peso difícil de llevar puede llegar a convertirse en dos alas para volar. Coro lo explica así de sencillo. "Jarque jugará siempre junto a mí. Me acompañará en todos los campos". La felicidad de Coro, que está a punto de licenciarse en Psicología, será la de Dani allí donde esté. Por cierto, a Ferran le faltan sólo tres asignaturas y las prácticas para ser un psicólogo-futbolista de Primera. Sobre actitudes y reacciones del vestuario habla con conocimiento de causa: "Con todo lo que ha pasado se ha demostrado que en este equipo hay buena gente. A veces no valoras tanto a las personas hasta que un pequeño detalle te hace ver que vale la pena. En este Espanyol hay compromiso y unión. Así estamos superando esta desgracia".

El fútbol ha mimado a estos futbolistas del Espanyol. Lo ha hecho hasta que la Liga ha empezado a golpear las piernas a base de goles y dos derrotas. ¿Normal? Coro no habla de normalidad, y sí de lógica. "En San Mamés se puede perder y el Real Madrid es un gran equipo No estamos flojos físicamente. Dirían que mantenemos el nivel de Primera. Lo único que nos ha faltado en marcar el primer gol. Simples detalles". Que son los que tienen al Espanyol colista y con la necesidad de empezar a puntuar pronto. Riazor es la próxima parada. "Veré a Lotina, Lopo, Sergio Lo decimos siempre. Amigos antes del partido pero luego, enemigos".

El gol de su vida. Quizá Coro sea titular en A Coruña. Mauricio Pochettino avisó de posibles cambios. El de Banyoles jugó 45 minutos ante el Madrid. No le sorprendió. "No salí en Bilbao Tampoco tuve muchas oportunidades al final de la temporada pasada. Sin embargo he seguido entrenándome a tope y Pochettino lo ve". La teoría del trabajo bien hecho que encuentra su recompensa. El entrenador está tan satisfecho con él que quizá sea él la sorpresa preparada...

La conversación va cogiendo nuevos ánimos. Ya es posible sonreír, incluso apelar a los espíritus que le ayudaron a marcar aquel gol a la Real Sociedad en la primavera de 2006, que salvó al Espanyol del descenso en el tiempo de añadido del último partido de la Liga. Ese gol es, indudablemente, el más importante en la historia perica en Montjuïc. "Ojalá pueda hacer los mismo en Cornellà-El Prat. Hacer historia en este club es la máxima aspiración que tengo. Me quedé aquí para contribuir al crecimiento del Espanyol en este gran estadio que nos va a dar muchas alegrías. Soy perico. Y siempre lo seré".

Coro es especial. Y eterno. Como lo fue su amigo, a quien no olvida y a quien seguirá brindando sus goles.